Presentación
En el mundo desarrollado, los indicadores de confianza económica empresarial se han convertido en
una herramienta analítica de uso común entre los profesionales especializados y las instituciones que,
por su naturaleza, mantienen un seguimiento constante de la coyuntura económica. El interés que
despiertan estos índices se debe a sus cualidades empíricas de “indicadores líderes” de la actividad
económica y particularmente a su capacidad de anticipar puntos de quiebre en los ciclos de crecimiento. Entre otros indicadores de este tipo, a nivel internacional han adquirido gran prestigio el indicador de
confianza del Institute for Supply Management, mejor conocido como PMI, en Estados Unidos, el indicador
de la encuesta TANKAN en Japón y los Indicadores de Confianza de la Industria Manufacturera y de
Sentimientos Económicos de la Comisión Europea.
La Unión Europea cuenta con un sistema armonizado de indicadores de este tipo y, en el marco de una
iniciativa del Directorio de Estadísticas de la OCDE, se está realizando también un esfuerzo internacional
por armonizar este sistema de indicadores de confianza en distintas regiones económicas del mundo. A
este esfuerzo se han sumado ya las regiones del Asia Pacífico y de Europa Oriental. Más recientemente
se ha venido gestando también un esfuerzo similar en América Latina, con la colaboración activa de la
CEPAL.
En forma independiente a tales esfuerzos internacionales, el Banco Central de Chile adoptó la iniciativa
de promover el desarrollo de este tipo de estadísticas en el país, para lo cual convocó a las instituciones
nacionales con capacidad técnica para emprender un proyecto de esta naturaleza en Chile. La convocatoria
se realizó a través de un proceso de licitación pœblica, el que culminó con la adjudicación del proyecto
a ICARE y la Universidad Adolfo Ibáñez el 10 de noviembre de 2003. Con esta iniciativa se dio un impulso
inicial para la generación privada de estos indicadores en beneficio de todos los analistas económicos
del país.
Descripción básica de la encuesta
La encuesta se realiza con periodicidad mensual y en ella se entrevista a alrededor de 600 ejecutivos de
empresas de la industria manufacturera, la minería, la construcción y el comercio. La muestra está
formada por un panel de empresas, de tal manera que se consultan a las mismas unidades en cada
oportunidad.
Los indicadores de confianza que genera la encuesta se construyen a partir de balances o saldos de
respuestas, bajo el principio básico de que cada una de las variables (Xj) consultadas, es función de los
porcentajes de respuestas “favorables” (Fj), “desfavorables” (Dj) y “neutrales” (Nj). Cualquier balance
de respuestas (Bj) correspondiente a la variable “j”, se construye como la diferencia entre los porcentajes
de respuestas favorables y desfavorables: Bj = Fj – Dj; así que tales saldos están contenidos en el
intervalo [-100,100]. Los balances se presentan en la forma de índices de difusión, sumando 100 a cada
saldo de respuestas y dividiendo este resultado entre dos. Tal transformación permite que todos los
indicadores adquieran valores positivos ubicándose en el rango [0,100] y centrando en 50 la “barrera
neutral”. Un índice de difusión mayor que 50 revelaría un nivel de confianza “optimista” o “favorable”
respecto de la variable analizada y, por el contrario, revelaría una confianza “desfavorable”, si cae en el
rango inferior a la “barrera neutral”.
El principal resultado de la encuesta es el índice de difusión llamado Indicador Mensual de Confianza
Empresarial (IMCE), el cual se construye como promedio ponderado de cuatro indicadores de confianza
sectoriales: el Indicador de Confianza de la Industria Manufacturera (ICIN), el Indicador de Confianza de
la Minería (ICMI), el Indicador de Confianza del Comercio (ICOM) y el Indicador de Confianza de la
Construcción (ICOT). Los ponderadores del IMCE corresponden a la participación de dichos sectores en
el PIB.
El ICIN y el ICMI se construyen en forma idéntica. Estos indicadores se encuentran armonizados con el
modelo del Indicador de Confianza de la Industria Manufacturera de la Unión Europea, que considera el
promedio simple de los saldos de respuestas de tres variables: “tendencia futura de la producción”,
“órdenes de pedidos” y , con signo negativo, “nivel de inventarios”.
Las preguntas de la encuesta están formuladas para captar desviaciones de la actividad respecto de su
tendencia reciente. Así, la pregunta sobre la “producción futura esperada”, contempla las alternativas:
“aumentará”, “disminuirá” o “se mantendrá igual” respecto de su evolución reciente. Ello supone que
si la producción continœa evolucionando igual, estará conservando su tendencia reciente, mientras que
el signo de las desviaciones en torno a la barrera neutral, marcaría la dirección implícita del ciclo de
actividad.
En lugar de la variable “órdenes de pedidos” usada en el modelo europeo, en la encuesta chilena se
consulta el‘“nivel de demanda”. Esta pregunta se formula para comparar con el nivel considerado“normal” en la actualidad. Si el nivel de demanda está por sobre lo “normal”, se subentiende que el
flujo de producción debería acelerarse en los próximos meses hasta alcanzar niveles por encima de la
tendencia reciente; si, al contrario, el nivel de demanda se encuentra por debajo de lo “normal”, significa
que la actividad se desaceleraría en el futuro.
La pregunta referente a la valoración del nivel actual de los inventarios tiene las alternativas: “excesivo”,
“adecuado” e “insuficiente”. Un nivel de inventarios “adecuado” es el que respondería al nivel de
actividad de tendencia, y las fluctuaciones en torno a ésta reflejarían un nivel de inventarios no deseado,
debido a descalces entre la oferta y el gasto planeado. Este indicador en particular, se incorpora al índice
sectorial con signo negativo, debido a su interpretación contracíclica, ya que, en este caso, un índice de
difusión mayor que 50 representaría un nivel de inventarios “excesivo” (acumulación no deseada de
existencias), mostrando así, en el saldo de opinión, que las empresas estarían interesadas en disminuir
sus existencias y, por tanto, reducirían su producción futura. Un nivel de inventarios “insuficiente”
(índice menor que 50), en cambio, reflejaría una demanda efectiva mayor que la esperada, la que se
traduciría en un aumento de la producción futura respecto de su tendencia actual.
El ICOM y el ICOT también se encuentran armonizados con el modelo de indicadores de confianza de la
Unión Europea.
El ICOM incorpora el promedio de saldos de respuestas de tres variables: “valoración de la situación
general de la empresa actual” y “futura” y, con signo negativo, “nivel de inventarios”. Las alternativas
de respuesta de la situación general actual de la empresa son: “buena”, “satisfactoria” o “mala”. La
opinión empresarial “neutral” nuevamente corresponde a un ritmo de actividad “normal” o de tendencia
reciente, mientras las alternativas extremas pretenden indicar la dirección del ciclo de actividad. La
variable anterior se complementa con una valoración de la situación general de la empresa en los
próximos tres meses, que tiene similar interpretación, dadas las alternativas: “mejorará”, “no variará”
o “empeorará”, mientras que el nivel de inventarios tiene idéntica lectura que en el ICIN y el ICMI.
El ICOT parte del promedio simple de dos balances de respuestas: “nivel de demanda” y “evolución
esperada del empleo”. La interpretación de cada uno de estos indicadores es similar a la ya descrita.
La encuesta brinda, además, índices de confianza de costos y de precios, así como indicadores trimestrales
de salarios, empleo e intenciones de inversión. Los resultados se complementan con un indicador de
confianza de la situación global de la economía y un índice cuantitativo porcentual de uso de capacidad
en la industria y la minería, el que se espera será de gran utilidad para medir las brechas de producto
potencial en el futuro.
Finalmente, cabe señalar que por tratarse de una encuesta nueva, los resultados no han sido corregidos
por los efectos estacionales que caracterizan a las series de tiempo. Para llevar a cabo este tipo de ajuste
se requerirá disponer de varios años de datos, de modo de hacer aplicables las técnicas estadísticas de
análisis del ciclo económico.
Población Objetivo
Empresas privadas y públicas de los sectores de Industria, Comercio, Construcción y Minería.
Unidad de Información
La empresa.
Tipo de Estudio
Panel de empresas.
Metodología de selección de la Muestra
Inclusión forzosa de las empresas más grandes y selección aleatoria en las demás. Los criterios de selección para determinar las empresas de inclusión forzosa fueron: valor agregado en el caso de Minería y ventas en el resto de los sectores.
Marco de Muestreo
En Minería, Comercio e Industria se utilizaron los directorios disponibles del Departamento de CCNN del Banco Central, mientras que en Construcción se utilizó el directorio de la Cámara de la Construcción.
Tamaño de la Muestra y Representatividad
Se determinó una muestra inicial de 610 empresas y durante el primer levantamiento de la encuesta se corroboró la siguiente representatividad efectiva de la muestra, con las 607 empresas que respondieron la encuesta:
Sector Económico |
N° de Empresas |
Participación Sectorial |
Variable económica respecto a la cual se mide la representatividad |
Minería |
11 |
74% |
Valor agregado del Universo de empresas de Minería |
Industria |
281 |
35% |
Ventas del Universo de empresas de Industria registradas en SII-2001
|
Comercio |
179 |
23% |
Ventas del Universo de empresas de Comercio registradas en SII-2001 |
Construcción |
136 |
21% |
Ventas del Universo de empresas de empresas de Construcción registradas en SII-2001 |
Total |
607 |
16% |
Suma de participantes intra-sectoriales ponderadas por participación sectorial en el PIB |
Tratamiento de las No Respuestas
El sesgo de no respuesta (SNR) se define como: SNR= TNR*(ID r -ID nr ), donde TNR es la tasa de no respuesta, ID r es el índice de difusión de los que responden e ID nr es el índice de difusión de los que no responden. De manera que el SNR es despreciable cuando la TNR es pequeña o cuando ID r =ID nr . Aquí se utiliza un método estándar de tratamiento de no respuestas que consiste en aplicar a las no respuestas la misma distribución del balance de los que responden, lo que equivale a no considerar el porcentaje de no respuestas en el cálculo de los balances, es decir, se calculan los balances tomando como total de la muestra únicamente a los que responden cada vez.
Tipo de Indicadores Obtenidos
Índices de Difusión por Balances Simples de Respuestas. |